Visita Montevideo el obispo multimillonario que colecciona acusaciones criminales

Edir Macedo (Foto: uol.com.br)

Edir Macedo (Foto: uol.com.br)

La llegada a Montevideo del multimillonario obispo evangélico brasileño Edir Macedo, fundador de la cuestionada Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD), se anunció para este domingo 4 de agosto, una semana después de la inauguración de una monumental «catedral» en el centro de Montevideo cuyo costo de construcción se calcula en los 15 millones de dólares. Esta iglesia utiliza la llamada irónicamente “Teología de la prosperidad”, según la cual un donador sabio y generoso gozará de una vida libre de enfermedades, estrés, vicios, y llena de bienes materiales.

El liderazgo de este culto llevó a Macedo a convertirse en uno de los multimillonarios más grandes del mundo, incluido por la mundialmente conocida revista Forbes en su lista anual de magnates con una fortuna calculada en 1.100 millones de dólares. En su haber también cuenta con una abultada lista de acusaciones por diversos delitos, que incluyen lavado de dinero, evasión fiscal, asociación para delinquir, falsedad ideológica y estafa a los fieles de la iglesia, entre otros.
Varias investigaciones periodísticas realizadas en Brasil en 1995 dieron cuenta de que la IURD recibió préstamos del narcotráfico cuando compró en 1991 la Red Record, así como vínculos con el ex presidente Fernando Collor de Mello (removido de su cargo por corrupción) y su jefe de campaña Paulo César Farías (luego asesinado). También se conocieron las investigaciones de la Policía Federal sobre posibles fraudes financieros con la colaboración de autoridades del gobierno, y se hicieron públicas declaraciones del pastor evangélico Caio Fábio quien sostuvo que la IURD “es una máquina de arrancar dinero a los fieles”, producto de “un sincretismo surgido de los evangélicos brasileños y una versión cristiana de la macumba” (ver video).

Esta “guerra santa” puso en cuestión el tradicional sistema religioso brasileño, mayoritariamente católico, y la relación de los cultos con la sociedad y sobre todo con la política. La conformación de una “bancada evangélica” que representó en los ochenta los intereses de estos grupos en la Asamblea Nacional Constituyente fue el primer paso en este sentido. Desde entonces su peso e incidencia en las elecciones ha sido objeto de análisis obligatorio entre los especialistas.
Paradójicamente, la IURD volvió a la cumbre del poder político brasileño con el triunfo del líder del Partido de los Trabajadores, Luiz Inácio Lula Da Silva, quien gracias a una alianza con el Partido Liberal (PL), colocó en la vicepresidencia al senador por Minas Gerais, José de Alencar. El PL es un conglomerado heterogéneo de políticos conservadores y Alencar es un gran empresario del sector textil y uno de los políticos más influyentes vinculados a la IURD. Esta alianza política permitió el cese de los ataques de la Iglesia Universal, que en contiendas electorales anteriores había hecho campaña contra Lula denunciándolo como la encarnación del demonio.
Además de otros juicios por estafa en Brasil y México, la IURD también fue prohibida en Chile por la utilización de “fetiches” en sus cultos y es investigada en Bélgica por narcotráfico y comercio ilegal de armas. Indiferente a los reveses, la IURD prosigue su expansión. En Brasil existen 2 mil santuarios, están presentes en 29 países, son dueños de dos periódicos de circulación nacional, 16 estaciones de televisión y 22 de radio.
El obispo Macedo también compró un canal de televisión en Atlanta (Georgia, Estados Unidos, donde tiene su residencia permanente) afiliado a la red Telemundo, socia de la poderosa cadena Globo de Brasil.

La voluntad del espíritu santo
“Pare de sufrir” es el eslogan que repiten los líderes de la IURD cuando destacan los beneficios que trae aparejado participar en este culto neopentecostal, fundado por el pastor Edir Mazedo Bezerra (más conocido como obispo Macedo) en Río de Janeiro el 27 de julio de 1977. “No demoró mucho para que la IURD mostrase que había surgido por la voluntad del Espíritu Santo”, afirman sus dirigentes, para quienes esto sería la explicación de la fuerte expansión del culto, su presencia actual en los cinco continentes y la llegada de uno de sus principales aliados políticos a la vicepresidencia de Brasil. En Uruguay, la IURD se hizo presente a mediados de los noventa y también aquí su expansión ha sido muy rápida. Su sede estuvo en el antiguo edificio del cine Trocadero, hasta que inauguraron el domingo 28 de julio su nueva «catedral» en 18 de Julio y Pablo de María.
En su carrera por conquistar nuevos fieles (y amables donantes) la IURD enfoca sus ataques más feroces a las religiones afro. “Sea libre de toda actuación de los encostos”, dice una y otra vez una voz en off convocando a las “sesiones de descarga” que se realizan en la sede nacional. “Los espíritus malignos que operan en su vida” se manifiestan, según los pastores de la IURD, mediante una larga lista de perjuicios. Dolor de cabeza, miedo, depresión, ataques o desmayos, ver bultos o escuchar voces, vicios, enfermedades a las que no se encuentra motivo, ganas de suicidarse, insomnio y nerviosismo integran el decálogo de síntomas que advierten la presencia de “espíritus malignos”, situación que amerita la intervención inmediata de los pastores de IURD.
“En la macumba, ellos hacen brujería, en la casa de los encostos. Si ellos hacen trabajos con los encostos para destruir, nosotros vamos a trabajar más fuerte”, dijo el pastor Santos antes de convocar a un fiel que había contado su terrible historia por teléfono, a asistir a la iglesia con un pedazo de alguna prenda de ese familiar afligido para iniciar el camino de la felicidad. “El gualicho será desecho”, prometió el pastor.
Luego, presentó a modo didáctico “una ficción basada en un hecho real” para que los infieles vean cómo actúan los “encostos”. Entonces las camaras exhiben a una pareja feliz, enamorada, con trabajo y prosperidad económica, que un día encuentra en la puerta de su casa velas encendidas y cintas de color rojo. De fondo se oyen unos tambores. La dueña de casa patea todo aquello visiblemente atemorizada y pocos días pasan para que las riñas comiencen a surgir en la pareja, por cuestiones baladí. “No tengo plata, empezamos a pelear, mi esposo está enfermo, perdí mi trabajo. ¿Qué puede haber pasado?”, se pregunta la mujer atribulada, mientras vuelve a escucharse el ruido de los tambores y la imagen de las velas y las cintas regresa desde el pasado.
En Brasil en 1995 tuvo lugar uno de los enfrentamientos más radicales entre ambos cultos. Todos los 12 de octubre se realizan los festejos de Nuestra Señora de la Concepción Aparecida, Santa Patrona de Brasil, acto de fe que moviliza a millones de personas. El libro Historia de la vida privada de Brasil, señala que“ese día, la Red Record de televisión, adquirida cuatro años antes por la IURD, exhibiría durante una ceremonia religiosa de ese floreciente grupo neopentecostal un gesto de su obispo Sergio von Helde que desencadenaría violentas reacciones. Durante la tradicional oración evangélica, centrada en el ataque abierto a las creencias de las demás religiones, oponiéndoles la representación casi exclusiva del poder del Cristo Salvador, el obispo se refería con horror a los desvíos de idolatría de la fe católica en su ‘adoración a una imagen de barro’, que en ese día preciso alcanzaba el máximo de sus celebraciones en la Aparecida del Norte. Y para ilustrar mejor su punto de vista, negando cualquier valor sagrado a la imagen de la Virgen de la Concepción, se puso a pegar puntapiés a una imagen que la representaba, afirmando que el poder sagrado se encontraba en otra parte –naturalmente en las creencias y ritos de su propia fe”.

¿Y qué otra enfermedad tenía?
Isolina parece una mujer sana, feliz, y por eso resulta curioso verla sentada a la mesa junto al pastor Santos. Allí sólo van quienes han padecido males terribles, y han logrado salir de su calvario gracias a la intervención de la Iglesia Universal.
Pero cuando Isolina, de quien no se aportan otros datos, comienza a contar su historia, uno se da cuenta de que es otro testimonio más de los tantos que se registran a diario. Ella estuvo durante 30 años con todo tipo de dolencias y molestias. Son tantos los males que debe pensar y mirar hacia un costado para recordarlo, y el pastor al ver que está abrumada le pregunta: “¿usted pensó quitarse la vida?” “No”, dice ella primero. Pero enseguida remeda: “Sí, bueno, yo pensé, para qué vivir con este sufrimiento, prefiero morirme, pero tenía miedo. Nunca intenté suicidarme”.
“¿Y qué otra enfermedad tenía?”, volvió entonces a preguntar el pastor, como si supiera que la enumeración de padecimientos aún no ha terminado. “Bueno, tenía una alergia que no sabía el origen, por todo el cuerpo. Me salían ronchas, escamas, llagas. También tenía soriasis, parecía que me corrían bichos por el cuerpo. Para mí no había solución. Tenía problemas en las cuerdas vocales, empezaba a hablar y me quedaba muda, y un problema en el intestino, en el colon”.
Pero finalmente su sufrimiento infinito acabó. Llegar hasta la Iglesia no fue fácil, cuenta conmovida Isolina: “a mí me gustaba la noche, no el día. Aunque dormía con la luz prendida porque sentía muchos ruidos en la noche. Hasta que un día pensé ‘voy a ir’ y llamé por teléfono a mi hermano y me dijo que fuera el viernes a la sesión de descarga. Ese era un miércoles, y yo quería que llegara el viernes, porque en ese momento, ya algo en mí había cambiado”.

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